¿Alguna vez te preguntaste por qué algunos plásticos se pueden reciclar y otros no? ¡Todo se reduce a su naturaleza!

Los termoplásticos son como cubitos de hielo: se derriten al calentarse y se solidifican al enfriarse, un proceso reversible. Esto los hace perfectos para métodos comunes como la extrusión y el moldeo por inyección. La mayoría de los artículos cotidianos, desde botellas de agua hasta juguetes, se fabrican con ellos.

En cambio, los plásticos termoendurecibles son como un pastel horneado: una vez endurecidos, no se pueden volver a fundir. Sufren una reacción química irreversible durante su procesamiento, generalmente mediante moldeo. Algunos ejemplos son los interruptores eléctricos y las asas de las cacerolas.

Conocer la diferencia es crucial para seleccionar el material adecuado. Elige con cuidado, recicla con mayor eficiencia: construyamos juntos un futuro sostenible.

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Hora de publicación: 29 de agosto de 2025